EJERCICIO = SALUD ¿Te apuntas al reto?

¡Lo primero es abandonar un estilo de vida sedentario! 

Por supuesto, siempre hay que seguir un programa de ejercicio adecuado a tus capacidades, siendo conscientes de cómo es nuestro cuerpo y la capacidad de éste para realizar adecuadamente cualquier actividad física. Es importante no llevarnos al límite. ¿Recordáis menos es más? ¡Pues eso! Debemos evitar a toda costa lesionarnos. El ejercicio físico es saludable si somos capaces de respetar nuestras capacidades y reconocer y aceptar nuestras limitaciones.

Entre sus beneficios:

  • Nos sentiremos capaces de hacer muchas cosas, con más energía.
  • Regularemos nuestro organismo y mantendremos nuestra capacidad funcional.
  • Actuaremos contra el sedentarismo.
  • Nos ayudará a mantener una vida socialmente activa.
  • Nos dará fuerzas y nos ayudará a afrontar las cosas con optimismo e ilusión.

Luchemos contra el sedentarismo… ¡por nuestra salud!

Sin ir más lejos, pequeños gestos cotidianos pueden suponernos grandes beneficios y nuestro estado de ánimo mejorar  para, de esta manera, conseguir tener una vida más longeva y saludable. ¿Quieres saber cómo?

  1. Camina cada día y…
  • Si eres muy activo, haz ejercicios de resistencia cada día.
  • Si eres activo, ve a caminar todos los días.
  • Si eres poco activo, no dejes de salir a la calle cada día.

Es importante que nos dé el sol porque es una fuente importante de vitamina D; pero siempre con precaución. Recordad: protección solar e hidratación.

  1. No abandones el ejercicio o actividad física.

Recuerda que el sedentarismo es el camino directo para tener problemas graves de salud y envejecer de forma acelerada. Es importante ser conscientes de que hay posibilidades de adaptarse a nuevas formas para movernos. Por ejemplo, cada día puedes hacer algunos estiramientos en casa al levantarte y luego salir a caminar 20 minutos. ¿Necesitas más sugerencias? Abandona el uso del ascensor y haz un trozo de tus recorridos diarios a pie… ¿Fácil verdad?

  1. No estés mucho tiempo sentado sin moverte.

Trabajar en una oficina ante un ordenador y perdido en una gran cantidad de trabajo, escuchar horas interminables de clases, jugar horas y horas con cualquier artilugio o apuntarse a las palomitas y a la televisión puede provocar que nuestra atención esté únicamente puesta en ello, olvidando las necesidades de nuestro cuerpo y mente. Nos atonta… ¡de verdad! Es por ello que os aconsejamos cada 30 minutos mover un poco los brazos y las piernas o levantarse y caminar 2 minutos. Esto te ayudará a evitar los efectos nocivos del sedentarismo.

  1. Haz actividad física controlada y adaptada a tus posibilidades.

Es muy recomendable comenzar con ejercicios suaves. Muévete con amplitud y naturalidad. Mantén la espalda recta. Recuerda que la postura es básica para tener una espalda sana y no olvidemos que la espalda (nuestra espalda) es nuestro pilar, nuestra columna… el eje que nos soporta.

  1. Practicar ejercicio en grupo tiene ventajas.

Participa 2 ó 3 días por semana en grupos de gimnasia, tai chi, yoga, juegos, baile, gimnasia postural o gimnasia hipopresiva. Disfrutarás de un programa muy completo, a la vez que fortalecerás tus amistades.

  1. Es importante ir equipado adecuadamente.

Para una larga caminata, hay que llevar un calzado que sujete bien el pie y no resbale, y ropa ligera para moverte con libertad. No lleves muchas cosas que puedan entorpecerte o te obliguen a cargar con peso. Es decir, cómodo y minimalista.

  1. Mantente activo física y mentalmente.

Haz ejercicio pero, además, lee, escribe y observa con atención, esto te ayudará a mantener el cuerpo y la mente ágiles. Descansa el tiempo necesario aunque sin excederte. Haz 5 minutos de relajación antes de ir a la cama y respeta los horarios para dormir.

¡Y no te olvides de comer equilibradamente para poder llevar una vida más saludable! ¿Te apuntas al reto?

Danna Rebassa / Nº Colegiada 4076