Vientre plano y postura

La gente tiende a pensar que un vientre plano se consigue “machacándose” a base de abdominales y no es así. Es más, a menudo y especialmente si no se hace correctamente, se puede acabar con la barriga más abombada y problemas de lumbares o de incontinencia. Es decir, relacionemos un vientre plano y postura.

¿Por qué se piensa esto de un vientre plano?

Hay dos grandes olvidados en esta historia: el músculo transverso abdominal y el trabajo sobre el control postural.

La postura es la posición que adoptan los diferentes segmentos corporales en el espacio y al relacionarse entre sí y su función es vencer a la gravedad, manteniendo una postura erguida en un constante reequilibrio.

Uno de los músculos que participan en esta función postural y de sostén es el músculo transverso profundo del abdomen. Como su nombre indica se encuentra en una zona profunda  del abdomen, por debajo de los abdominales que “conocemos”. Tiene la forma de una faja abdominal que recubre todas las vísceras y permite mantener el correcto funcionamiento intestinal, así cómo proteger la columna vertebral.

Sus fibras son horizontales y cuando se contrae extiende la columna, estabilizando el tronco a la vez que mantiene los órganos en su lugar y evitando un vientre abultado.

Es pues, nuestro corsé y nuestro guardaespaldas.

Posturas correctas

Pero, y eso es importante,  sin una buena colocación de la pelvis respecto al tronco, es decir, si no alineamos correctamente  pelvis y columna, éste músculo no puede realizar correctamente su función.

Muchas personas sin darse cuenta caminan o están de pie “empujando” la pelvis hacia adelante lo que conlleva un desplazamiento de ésta fuera del centro de gravedad de la columna. Ésta, a su vez, presenta entonces una curvatura que impide a ese músculo transverso un buen punto de anclaje para así poder realizar su función de contención de las vísceras abdominales inferiores. (ver figura 4)

Lo mismo ocurre si se lleva la pelvis demasiado atrás y en anteversión. (ver figuras 2 y 3)

Resultado: barriga abombada independientemente de si se trata de una persona delgada o no, o si hace abdominales o no, además de posibles dolores y problemas de espalda.

Así pues, para conseguir un vientre plano será esencial aprender cómo colocar nuestro cuerpo respecto a su eje de gravedad, además de trabajar toda la musculatura implicada en el control postural consiguiendo así mantener una buena postura.  Y de un modo más específico, realizar un correcto entrenamiento del músculo transverso profundo del abdomen.

Danna Rebassa / Nº colegiada 4076