Este es uno de los objetivos dentro de la fisioterapia: EDUCAR EN EL CUIDADO DE NUESTRO CUERPO. Como terapeutas manuales vemos constantemente a personas que llegan a nuestras consultas cuando el dolor o la limitación de la movilidad son ya muy altos. Especialmente cuando, después de haber tomado muchos fármacos sin resultado, parece que la cirugía es la opción recomendada.

Si bien está claro que éste es nuestro trabajo y haremos todo lo que podamos para aliviar estos dolores, es importante educarse en el cuidado del propio cuerpo, en particular del sistema músculo-esquelético que es el que más trabajamos desde la fisioterapia o la terapia manual. Para ello es necesario recordar los siguientes consejos:

¿Cuándo debo acudir al fisioterapeuta?

Obviamente cuando algo nos duele, especialmente cuando lo hace durante más de 3 o 4 días seguidos o cuando es un dolor que solemos tener a menudo y que, aunque se nos pase, reaparece más tarde. Recordad que, en estos casos, difícilmente desaparecerá. De hecho, lo más probable es que estos dolores que empiezan a ser recurrentes, sigan apareciendo y conlleven cada vez más dolor y limitación de la movilidad. No esperéis a no poder más, pues entonces serán problemas más difíciles a tratar y necesitaréis más sesiones para conseguirlo.

La prevención y la constancia en los cuidados hacia nuestro cuerpo y especialmente hacia nuestra espalda son claves para la salud.

Los “pequeños” dolores que tanta y tanta gente sufre son el resultado de, no sólo los años, sino también el estrés, las posiciones o movimientos requeridos día a día en nuestro trabajo…, entre muchas otras causas. Cada trabajo suele sobrecargar más unas partes del cuerpo que otras y es muy importante que visitemos a nuestro fisioterapeuta de una manera preventiva (por ejemplo una vez al mes) para tratar de aliviar esas tensiones y desajustes que, aunque de momento sólo sean pequeños dolores, si no los tratamos, fácilmente pasarán a ser más intensos, estando algunos asociados a grandes patologías cómo hernias, artrosis severas, etc…, que quizás ya no tendrán otra solución que la cirugía.

¿Y si ya voy tarde?

Tranquilo/a, haremos todo cuanto  podamos pero ten PACIENCIA. Algunas veces atendemos a personas que llevan muchos años con dolores y que han llegado a un punto que no pueden más, pero que acuden pretendiendo que les “arreglemos” en unas pocas sesiones. A estas personas les digo que nos encantaría solucionar el problema, que todos los terapeutas de vocación deseamos curar a la gente en el mínimo tiempo posible, que de verdad entendemos su dolor y su urgencia, pero que hay que entender también cuánto tiempo llevan con todos estos dolores. Son capas y capas de lesiones, tensiones y limitaciones de la movilidad. Capas que se superponen unas encima de otras año tras año. Y de la misma manera que se han instalado en nuestro cuerpo, van a tener que salir, capa a capa, sesión a sesión, sin prisa pero sobretodo sin pausa.

Por último, habrá que entender que somos un sistema infinitamente complejo

Somos, obviamente, mucho más que un cuerpo con músculos y articulaciones. Tenemos también un sistema visceral, un sistema nervioso, estamos regidos por las emociones, y todo ello está interrelacionado. Es decir, para recuperar un sistema habrá que ayudarlo con los demás: haciendo ejercicio físico, revisando nuestra alimentación, nuestro estado psíquico y emocional, etc…

Debemos educarnos en cuidarnos y los fisioterapeutas al igual que los demás profesionales de la salud, estamos disponibles para ello.

Consúltanos, haremos todo cuanto esté en nuestras manos… 

Danna Rebassa / Nº Colegiada 4076